martes, 7 de agosto de 2012

...Recuerdos que no vamos a borrar... personas que no vamos a olvidar...


Algunas personas nacen para dejar algo cuando se van. Una obra, una idea, un descubriendo, una hazaña, una epopeya, un triunfo, un camino o, simplemente, cosas… recuerdos… son elegidos para que queden marcados por algo. No importa si saltan a la fama, si son de elite o humildes y sencillos, si arrastran multitudes o solo un puñado de personas que van detrás de él… lo importante es que dejaron algo en su camino.
Es el caso de nuestro queridísimo amigo José Angel Massucco, quien lamentablemente nos dejó fisicamente el 7 de agosto del 2011.
Pero su paso por esta vida no fue en vano. Dejó cosas. Dejó obras. Dejó enseñanzas. Dejó un legado que sus amigos tratarán de seguir para su mensaje y sus hechos no queden en el olvido. José hizo mucho por el Club Comunicaciones. A cambio de nada por supuesto… Bah, a cambio de ver mejor a su club, una utopía por estos días y a la luz de la realidad de lo que se está viviendo por Agronomía. Pero, a pesar de la lamentable situación institucional, en Comunicaciones cambiaron muchas cosas con la llegada de José por estos lugares.
Sus primeras apariciones en la tribuna que ocupaba la gente de Comu en estadio donde jugaba “El Cartero” fue en 1986, con Comunicaciones jugando en la reciente inaugurada Primera B Metropolitana. Armó una barrita de jóvenes que, muy lejos de compararse con una barra brava, alentaba a Comu en todas las canchas demostrando que el amor a los colores y el aliento que iban mas allá de la paupérrima campaña deportiva que realizó el equipo ese año.
Rápidamente fue convirtiéndose en “él personaje” de la tranquila tribuna de Comunicaciones:  por repartir unos volantes con la leyenda “Pobre Cartero, le vendieron un buzón…” en referencia a la pobre campaña realizada criticando a la dirigencia, jugadores, técnicos, etc… por intentar volcar a la pacífica gente con cánticos en contra de los dirigentes pero al no tener eco optó por callarse y sentarse.
Pero con el paso del tiempo su figura en la tribuna fue muy positiva. Consolidó una hinchada que necesitaba un líder y que comenzó a acompañar al equipo por todas las canchas. José, siempre al frente de la misma, jamás incitó a la violencia o al descontrol. Eran otros tiempos, claro está.
Entrada la década del ’90 José se fue alejando de la hinchada para dedicarse a su otra gran pasión: el periodismo. La radio. Esa magia que tienen las transmisiones deportivas despertó la vocación de José y luego de recibirse de periodista deportivo comenzó a trabajar en varios medios pero siempre tenía tiempo de venir a ver a Comunicaciones. Compartiendo momentos de radio, trabajó con Pablo “Pata” Marino, otro gran tipo que deja su vida por nuestro club y forjaron una gran amistad. Así, metido en el ambiente del fútbol del Ascenso, José fue haciendo amigos por donde le tocase andar. Conocía gente de cada club, cada medio, cada radio… Se casó y fue padre de inmediato de una hermosa nena, hoy devenida en quinceañera, llamada Micol, a quien supo traer y hasta permitirle hacer la voz del estadio durante un partido siendo nota en los medios periodísticos. Desde este nuevo rol, José comenzó a dar una mano en la subcomisión de fútbol desde donde pudiera ayudar. Comenzó a hacer la Voz del Estadio por el ’95 y se mantuvo hasta el ’99 cuando por una drástica decisión de la comisión directiva desvinculó a los miembros de la subcomisión de Fútbol, quienes comenzaron a pedir más explicaciones sobre los manejos del club anticipándose a lo que vendría poco tiempo después con la convocatoria de acreedores y quiebra, y se fue junto con ellos en un gesto de solidaridad.
Trabajó juntos en la revista Ascenso y seguía a Comu de local y visitante todos los sábados. A partir de 1998, con el equipo jugando en la C, comenzó a asistir a las reuniones de la mesa de C en AFA e hizo buenas amistades con varios dirigentes de la categoría. Fue positivo. Un acierto de José, las RR.PP. con el resto de la divisional. Siempre decía, “alguna vez, quien sabe, vamos a necesitar del apoyo de los colegas, hay que ser solidario con todos y alguno lo será con vos cuando lo necesites” Sabías palabras Massucco…
Estuvo al frente de las marchas en 1999 y 2000 solicitando la renuncia de la comisión directiva que nos llevó a la ruina. Finalmente, con la quiebra consumada, era hora de replantear muchos temas. En enero de 2001, con Comunicaciones debiendo 4 partidos suspendidos por la quiebra, sin camisetas ni elementos para entrenar y con casi todos jugadores juveniles ya que el equipo se desmanteló.  José comenzó a reclutar gente de su confianza para que le den una mano en ayudar en lo que sea.    “No hay nada, nada. Asi no se puede volver a jugar. Hay que dar una mano ya mismo”, eran sus palabras a quienes les pedía que lo acompañen Al otro día ya estaba ayudando en el entrenamiento, junto a Pancho Lescano y al Colo Leroy, en lo que se pudiera. Juntando dinero, vendiendo rifas, colaborando en cada partido… A un par de semanas de iniciarse la temporada 2001/2002, viendo como se producían algunos cambios en general con respecto a la atención a la Prensa en los estadios, José le solicitó a Ezequiel Segura hacerse cargo del área de Prensa. Ezequiel le dió  la autorización e inmediatamente convocó gente para el nuevo proyecto, un autentico desafío: inculcar al periodismo del Ascenso a que pida acreditaciones en la semana vía mail, teléfono o fax, acreditar periodistas, atenderlos con un servicio de lunch (alfajores y gaseosas era lo que daba nuestro presupuesto) y confeccionar planillas e información. Con este objetivo, con estas ganas y con esta convicción fundó el Departamento de Prensa de la Subcomisión de Fútbol del Club Comunicaciones que tuvo su debut nada más y nada menos que frente a su clásico rival General Lamadrid un 21 de julio de 2001.
Comenzaron 4 personas con este proyecto. Al tiempo, José fue incorporando a conocidos y allegados a los que él veía con, no solo condiciones de hacer una buena labor, sino con las ganas necesarias para dar una mano al Club a cambio de nada… o a cambio de todo, del reconocimiento de los demás colegas que nos eligieron en varias oportunidades como ganadores del premio “Mejor Atención a la Prensa”. Asi se fueron incorporando muchos chicos que hoy siguen con este proyecto, como Mauro, Rodrigo, Jordana, Ariel, Leonardo, Nicolás, Eduardo, Francisco, Nanu y que lograron muchos objetivos más a lo largo del tiempo como, del propio bolsillo de José, comprar el equipo de audio de la Voz del Estadio y donarlo al Club, colaborar en el mantenimiento del estadio y hacer arreglos y construir las nuevas cabinas de prensa, un gran logro sin dudas y que lo tuvo a Rodrigo al frente de las gestiones. Y también es bueno recordar a los muchos que pasaron y aportaron lo suyo como el “Cholo” Nicolás, Santiago, Emilce, Mariano, Darío, Alexis… algunos convocados en forma directa por José, otros llegados por otras recomendaciones pero siempre con la aprobación de José, a quien no le importaba su procedencia siempre y cuando tenga disposición para colaborar.
Su gran pasión fue, sin dudas, la Voz del Estadio. Un estilo muy particular, un simulacro de programa deportivo de radio por los altoparlantes del estadio. Daba información de todos los deportes, en especial el rugby y el basquet.
En los últimos años, tuvo una participación más reducida por los compromisos laborales que tenía, sólo se dedicaba a hacer la Voz cuando podía venir a Agronomía. Sus últimas novedades fueron pasar música de Palito Ortega y dedicar los temas a amigos y allegados. Inconfundible vestimenta de saco y corbata, aún en verano con 35° a las 15.30hs, limpiando las cabinas, y con su walk-man escuchando los demás partidos para dar los resultados, José se fue transformando en un símbolo de Comunicaciones.
Tipo querido y querible, párrafo aparte para comentar sus reuniones. Esas reuniones, café, cerveza, pizza o cualquier comida de por medio, que daba gusto compartir. Para hablar de fútbol, de rugby, de basquet, de política, de la vida, de la amistad. Un tipo que a la hora de organizar un evento no se olvidaba de ningún detalle por más mínimo que fuera. Envidiable meticulosidad con sus cosas, detallista, observador. Su mensaje de texto era infaltable ante un día especial: cumpleaños, día de la Madre, del Padre, del Niño, Fiestas de Fin de Año, o cualquier otra circunstancia por la uno estuviese atravesando, ya sea buena o mala. Siempre dispuesto a dar una mano, a dar un consejo, a sufrir o a festejar con uno… Demasiada bondad en un mundo que varias veces le dio fuertes cachetazos…
Su pérdida fue muy grande. Es un momento muy delicado en la vida de nuestro club. Se fue un tipo que la luchó desde el principio y que la salvación del club hubiese significado una inmensa alegría para él. Su ausencia caló hondo en su grupo, el departamento de Prensa, su creación.
No habrá otro igual. Sus amigos, compañeros de trabajo, conocidos del periodismo y del Ascenso se lo hicieron saber en el momento de su despedida. Las últimas imágenes mostraban sus pasiones por las que tanto sufrió y se alegró: un escudo de Argentinos Juniors y la camiseta de Comunicaciones. Te fuiste muy pronto José pero sabemos que nos ayudarás para intentar salvar el club aún casi desde el abismo mismo. Gracias José Massucco por todo lo que nos dejaste, lo que nos enseñaste, el grupo que formaste, los amigos que quedaron gracias a esto… inconmensurable aporte. Gracias por todo. Tomamos mas que nunca la frase con la que cerraba cada transmisión de la Voz del Estadio: “Y no se olviden, de Comunicaciones, la Leyenda y el Orgullo de Agronomía”…  y nos permitimos cambiarla por “Imposible olvidarte José Massucco, la Leyenda y el Orgullo de Agronomía, del Club Comunicaciones carajo!!!”